El presidente del Gobierno ha inaugurado la VIII Conferencia de Embajadores, un tradicional encuentro en el que ha podido agradecer a los embajadores y embajadoras la profesionalidad y el buen criterio con que desempeñan su labor en el actual contexto internacional.
Pedro Sánchez ha puesto de relieve la importancia de reflexionar sobre el lugar que España ocupa hoy en el mundo, y ha destacado cuatro factores que explican la complejidad a la que nos enfrentamos: la incertidumbre a escala mundial; los cambios profundos en las dinámicas de poder global; la erosión creciente de los principios rectores del orden internacional; y, por último, la polarización en nuestras sociedades, provocada por el auge de formaciones ultras. «En lo que va de siglo, el número de regímenes autocráticos ha crecido un 20%, y las democracias retroceden a los niveles de 1986», ha explicado el presidente, subrayando que el mundo se enfrenta hoy a una encrucijada y que está en juego la pervivencia de la propia democracia. En este sentido, ha pedido a los embajadores que muestren una España que defiende, por encima de todo, la universalidad de los derechos humanos, el multilateralismo y el orden internacional basado en reglas.
Asimismo, ha puesto de relieve que nuestro país apuesta clara y decididamente por la paz y la solidaridad, por la justicia social y la libertad, y hace bandera de la igualdad de género y de la defensa de los derechos LGTBI. Además, ha destacado que España es hoy un país seguro de sí mismo, que acepta tanto su pluralidad política como su diversidad territorial, al tiempo que practica el diálogo, la negociación y el acuerdo.
En este sentido, el presidente Sánchez ha señalado que, a diferencia de lo que sucedía hace una década, en España avanza la convivencia en medio de las diferencias y de los intensos debates que se enmarcan dentro de la Constitución. «Ese éxito de la democracia española es un gran recurso para hacer valer la influencia de España en Europa y en el mundo», ha asegurado.
El presidente del Gobierno se ha referido a los cuatro grandes ejes estratégicos que deben presidir la acción de España en el exterior en 2024. En primer lugar, nuestro compromiso con el multilateralismo, la paz y seguridad globales. A este respecto, ha subrayado que los más de 3.000 soldados españoles desplegados en misiones de la Unión Europea, de Naciones Unidas y de la OTAN son nuestra mejor carta de presentación, y ha puesto de relieve hitos recientes como la Cumbre de Madrid en la OTAN en 2022 o la Cumbre de la Comunidad Política Europea, celebrada en Granada en 2023. En segundo lugar, el presidente Sánchez ha destacado nuestra solidaridad, recordando que en lo peor de la pandemia, donamos más de 70 millones de vacunas y que, ante la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania, nuestro país respondió otorgando protección temporal a más de 185.000 refugiados ucranianos. En tercer lugar, ha abordado la lucha contra la emergencia climática, y ha destacado que España es ya un referente global, como quedó de manifiesto en la COP de Dubái.
Por último, ha hecho referencia al impulso de nuestro tejido empresarial en el exterior, destacando que es una de nuestras mayores fortalezas y que contamos con empresas reconocidas en el mundo entero, líderes globales en sectores estratégicos. «La inversión extranjera en España ascendió a 21.232 millones de euros en los primeros nueves meses de 2023, un incremento del 7% con respecto al promedio del período 2018-22», ha subrayado el presidente del Gobierno, que ha defendido que estas cifras ilustran que España es un país abierto como nunca a la inversión extranjera.
El presidente Sánchez ha abordado igualmente los conflictos que sacuden Gaza y Ucrania, poniendo de relieve que, si bien ambos conflictos son muy diferentes en sus causas y detonantes, tienen en común que en los dos se ponen en entredicho los valores esenciales y las reglas básicas de convivencia internacional. Además, ha subrayado que tanto en Gaza como en Ucrania están en juego vidas y derechos humanos. «El aspecto esencial que guía la postura española en ambos casos se resume en una palabra: coherencia», ha asegurado, reiterando que España continuará apoyando a Ucrania, y que la única respuesta posible pasa por reivindicar la vigencia de los valores y principios de la Carta de Naciones Unidas.
En lo referente a Gaza, ha reiterado la postura española, que reconoce el derecho de Israel a defenderse conforme al derecho internacional y el derecho internacional humanitario, exige a Hamás la inmediata e incondicional liberación de todos los rehenes, y apela, ante la situación en Gaza, a los valores y principios. En este sentido, ha señalado que la única vía posible pasa por el diálogo y por una solución política y duradera, basada en la solución de los dos Estados, Palestina e Israel, que convivan en paz y seguridad.
Asimismo, el presidente del Gobierno se ha referido a las prioridades regionales, y ha hecho hincapié en la vocación europeísta de nuestro país. «Somos europeístas por interés de país, y por convicción. Porque es bueno para España. Y porque es donde España siempre quiso estar», ha subrayado. Ha puesto de relieve que la elección de Nadia Calviño como la primera mujer al frente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), unida a la figura de Josep Borrell al frente de la vicepresidencia y la política exterior de la Unión ilustran que hoy se percibe a España como «un manantial de europeísmo». Además, ha recordado los principales hitos de la Presidencia española y el número récord de expedientes aprobados durante el semestre en materias clave como la autonomía estratégica abierta, la transición ecológica, la justicia social y económica o la Inteligencia Artificial.
Se ha referido también a la relación que España mantiene con las principales potencias a nivel mundial. Con EEUU, ha asegurado el presidente, existe una voluntad compartida de profundizar en prioridades como la diversificación de las cadenas de valor, el desarrollo de un marco humano para la Inteligencia Artificial o la migración. Con China, España comparte la visión de la Unión Europea sobre cómo abordar las relaciones con Pekín.
En cuanto a América Latina y el Caribe, el presidente Sánchez ha recordado la obligación que España tiene de estar a la altura de los vínculos históricos y culturales que nos unen, y ha llamado a continuar dinamizando la relación y a superar las inercias. En este sentido, ha celebrado hitos como la celebración de la Cumbre UE-CELAC, o los avances que han tenido lugar bajo la Presidencia española en las negociaciones de la UE con MERCOSUR.
También ha abordado las relaciones de España con el Norte de África. «Con Marruecos hemos abierto un nuevo capítulo en la relación bilateral», ha señalado el presidente, subrayando que nuestra relación está alcanzando un enorme grado de solidez y confianza que es preciso seguir consolidando. Asimismo, ha destacado que con Argelia también nos unen estrechos vínculos, por lo que España seguirá trabajando para mantener las mejores relaciones con este socio estratégico.
El presidente Sánchez ha destacado que España continuará trabajando para reforzar foros como la Unión por el Mediterráneo, poniendo en valor que la cooperación con muchos países árabes y africanos está marcada por el reto compartido de la migración ordenada y segura. Por último, ha abordado la situación en el Sahel, lamentando que los golpes de Estado en Níger y, más allá del Sahel, en Gabón, hacen hoy que Mauritania sea la única democracia en la región.
«Debemos seguir impulsando la máxima colaboración con los países de África Subsahariana para hacer frente a los desafíos regionales y mundiales que nos afectan», ha subrayado el presidente del Gobierno, recordando que no debemos perder de vista que África es un continente lleno de oportunidades, por su fuerte crecimiento demográfico, su potencial papel para desarrollar cadenas de valor estratégicas y por su dinamismo empresarial. «La voz de África debe tener más peso en la resolución de los asuntos globales», ha destacado.
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