Artículo de Miguel Á. Morales, Presidente de la Diputación de Cáceres y Secretario General del PSOE de la provincia de Cáceres.
Estos días pasados, la ciudad de Cáceres hospedó la 2ª edición de JATO, un encuentro de todos los municipios que muestran y demuestran la vitalidad de todo un territorio.
Me siento especialmente orgulloso de ser de pueblo, de pertenecer al mundo rural y de defenderlo a capa y espada contra los embates de quienes creen que no merece la pena igualar, cohesionar y progresar a toda la provincia por igual.
JATO, como ya dije en su inauguración, es el grito del orgullo de sentirse de pueblo y del mundo rural, de saber que esta provincia no está despoblada ni vaciada, que es una provincia llena de gente con ilusión, esperanza y proyectos, y que se puede hacer una vida arriesgando y las instituciones tenemos la obligación de facilitar a los emprendedores, a las empresas, que creen trabajo y que, por tanto, hagan viables los pueblos de la provincia.
En eso estamos, en vertebrar políticas de desarrollo que hagan posible pensar a largo alcance e imaginar un entorno rural que ofrezca opciones de vida y de negocio para afincar personas al territorio y continuar nuestra senda de progreso.
Me siento especialmente orgulloso de ser de pueblo, de pertenecer al mundo rural y de defenderlo a capa y espada contra los embates de quienes creen que no merece la pena igualar, cohesionar y progresar a toda la provincia por igual.
Hemos hecho mucho por caminar hacia un futuro que imaginamos y por el que luchamos cada día, pero aún nos queda mucho por construir para que la provincia de Cáceres converja, con garantías de éxito, en el mercado internacional.
Aún así, la fortaleza que demuestran nuestras paisanas y paisanos en cada producto, en cada tradición, en cada expresión colectiva, nos ofrece un aliado que las administraciones debemos aprovechar.
Las cacereñas y cacereños están convencidos de nuestras posibilidades y de que tenemos mucho que ofrecer y mostrar al mundo. Somos ricos en productos, en naturaleza y en hospitalidad.
No tenemos opciones de fracaso y vamos a continuar avanzando hacia un territorio próspero. Un territorio que genera riqueza y empleo de calidad, un territorio dispuesto a dar lo mejor de sí, como en JATO, como cada día que vivimos, con orgullo y felicidad, nuestro mundo rural.
Be the first to comment