Llevamos tiempo construyendo una región que sea capaz de converger con el resto del país y, por supuesto, con el mundo. Nuestras fortalezas han ido aumentando a la vez que nuestras debilidades minimizándose.
Por ejemplo, nuestra relación bilateral y autónoma con el país vecino, Portugal, nos da ventajas geopolíticas que debemos aprovechar a ambos lados de la raya. Infraestructuras y conectividad harán que Extremadura y Portugal crezcan a la par. Desaprovechar esta oportunidad sería de una necedad que la historia no nos perdonará jamás.
El mundo va hacia una dirección, desde el punto de vista energético, en la que nuestra tierra esta de pie, preparada y segura de ser, precisamente, lo que la sostenibilidad, la economía verde y circular y las energías limpias, ofrecen y lo que ofrecen es crecimiento limpio, empleo de calidad y generación de riqueza.
No es cuestión de ser repetitiva, sino de ayudar a cambiar nuestro paradigma cultural. Hemos partido, hace cuatro décadas, desde muy atrás, pero ya no hay excusas porque estamos, día a día, edificando una región que no debe detenerse en rencillas políticas de cabotaje; por el contrario, hemos de asumir toda nuestra fuerza y plantarnos en el mundo como una tierra de oportunidades.
Extremadura es una tierra de oportunidades porque tenemos seguridad jurídica, condiciones naturales formidables, capital humano preparado por nuestra universidad, parajes maravillosos, opciones turísticas y gastronómicas demandadas por millones de personas y recursos para convencernos, de una vez por todas, de lo que somos capaces.
Comerse el mundo no es solamente una expresión de deseo. Es, además, una realidad que debe estar acompañada por políticas de estado de largo alcance, por servicios públicos de calidad, por ser una única voz allí donde vayamos para contarle al mundo lo que somos y tenemos.
No hay excusas para no avanzar, no hay ya razones para lamentos. Depende, única y exclusivamente, de esta tierra, ir a por todo lo que hasta ahora se nos negó por diferentes razones históricas. Hoy, la historia, nuestra historia, somos esta generación, la gente, cada pueblo, cada ciudad, cada barrio, cada comarca. Extremadura está lista.
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